La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés, peligro o incertidumbre. Se trata de una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, pensamientos preocupantes y cambios físicos, como el aumento de la presión arterial.
En pequeñas dosis, la ansiedad puede ser útil, ya que nos alerta sobre peligros y nos prepara para enfrentar desafíos.
Sin embargo, cuando es constante, excesiva o desproporcionada con respecto a la situación y dificulta el funcionamiento cotidiano, puede interferir considerablemente en nuestra vida diaria y convertirse en un serio problema.
En tal línea, el psicólogo y director de Pranavida, Jorge Fuentes, detalla cuándo la ansiedad debe ser abordada por profesionales.
“Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad”, parte detallando el profesional. Así, Fuentes nombra el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, las fobias específicas, y el trastorno de ansiedad social.
Cada uno de estos trastornos tiene síntomas específicos, pero todos comparten una ansiedad excesiva y prolongada que afecta negativamente la vida de la persona.
En tal contexto, resulta fundamental reconocer cuándo dicho sentimiento ha sobrepasado el umbral de lo manejable y requiere intervención profesional. Según Jorge, algunos indicadores de que es momento de buscar ayuda incluyen:
-Persistencia y duración (si los síntomas de ansiedad persisten por más de seis meses y no parecen mejorar con el tiempo).
-Impacto en la cotidianeidad (cuando la ansiedad interfiere significativamente en el trabajo, estudios, relaciones sociales y otras actividades cotidianas).
-Rasgos evitativos (si empiezas a evitar situaciones, lugares o personas debido al miedo a experimentar ansiedad).
-Incapacidad para controlar preocupaciones (cuando te resulta imposible controlar tus preocupaciones, incluso con técnicas de relajación o distracción).
-Síntomas físicos (cuando hay presencia de síntomas físicos graves que causan malestar significativo).
-Apoyo insuficiente (si sientes que tu red de apoyo no es suficiente para ayudarte a manejar tu sentir).
-Cambios en el comportamiento (si notas cambios en tus hábitos alimenticios, patrones de sueño o niveles de actividad).
De acuerdo a Fuentes, el tratamiento para los trastornos de ansiedad generalmente incluyen terapia psicológica, medicación o una combinación de ambas.
La terapia cognitivo-conductual es especialmente efectiva para tratar la ansiedad, ayudando a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a su ansiedad, especifica el psicólogo.
Fuentes entrega también otro consejo no menor relevante: cómo identificar una crisis de ansiedad, también conocida como crisis o ataque o ataque de pánico. Este es un episodio repentino de miedo intenso que puede incluir síntomas físicos y emocionales, los que el profesional detalla a continuación:
-Palpitaciones o aceleración del ritmo cardíaco.
-Sudoración excesiva.
-Temblores o sacudidas.
-Sensación de ahogo o dificultad para respirar.
-Sensación de asfixia.
-Dolor o malestar en el pecho.
-Náuseas o malestar abdominal.
-Mareo, inestabilidad o desmayos.
-Escalofríos o sofocos.
-Sensación de entumecimiento o cosquilleo.
-Miedo a perder el control o “volverse loco”.
-Miedo a morir.